tag:blogger.com,1999:blog-27998763074587311052024-02-20T15:42:48.327-08:00historias de parejasmauro kelinhttp://www.blogger.com/profile/09312738453557137297noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-2799876307458731105.post-87657543208750105132011-01-12T03:45:00.000-08:002011-01-12T04:01:13.942-08:00iniciandonos con nuestros mejores amigos<div id="header"><div class="headerleft"><a class="navbut3" href="http://javichuparadise.com/directorio-porno/"><strong><span style="color: white;">rio Po</span></strong></a></div></div><br />
<center><strong>"Iniciándonos en el intercambio de parejas con nuestros mejores amigos"</strong></center><br />
<div align="center" dir="ltr"><span id="more-3586"></span></div><div align="center" dir="ltr"><a name='more'></a></div><div align="justify" dir="ltr">En primer lugar y para ir entrando en materia empezaré contando que las situaciones que voy a relatar y todos los momentos que hemos podido vivir los protagonistas de esta historia, han sido posibles gracias a la extrema confianza que existe entre los cuatro, esto es, mi mujer Lourdes y yo que me llamo Vicente por un lado, y Jaime mi mejor amigo y su esposa Nuria por el otro.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Mi amigo Jaime y un servidor nos conocimos en el colegio, ya desde pequeños y debo decir que juntos nos hemos corrido todas las juergas habidas y por haber que el destino nos ha puesto delante de nuestras narices. Nuestra amistad siempre se basó en la sinceridad, aunque ello conllevase en ocasiones que pudiera dolernos lo que pensara el otro.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">La sinceridad que nos profesábamos llegaba hasta tal punto que nos decíamos las cosas tal como las pensábamos. Todo, absolutamente todo, nos lo decíamos a la cara y aunque ciertas cosas evidentemente nos dolían y escocían, ambos éramos conscientes de que el éxito de nuestra amistad se basaba precisamente en eso.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Nuestras respectivas mujeres, viendo cómo nos tratábamos y el alto grado de amistad que existía entre nosotros y sabedoras de que ellas no podrían hacer nada por intentar variar nuestros hábitos, fueron también convirtiendose en "mejores amigas".</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Nuria tiene 29 años y es una muchacha muy maja y tiene un porte poderoso. Es una chica alta, delgada y tiene el cabello rubio, corto y rizado. Los pechos son de buen tamaño y suele llevarlos sueltos pues más de una vez he podido ver cómo se marcaban peligrosamente sus pezones por debajo de la blusa. </div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Por su parte, mi mujer Lourdes tiene 26 espléndidos años y es más recatada y discreta en sus actitudes. Es pequeñita y tiene una melena ondulada y de cabellos rojizos que le caen graciosamente a media espalda. Es muy guapa de cara pues parece mucho más joven de lo que es gracias a sus ojos achinados y al flequillo que le tapa la frente. </div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Una vez estuvimos ya casados, empezamos a ir de vacaciones con nuestras esposas decantándonos unas veces por el mar y otras por la montaña. </div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">La feliz oportunidad se dio cuando, tres años más tarde y aprovechando las vacaciones de Semana Santa, Nuria nos invitó a pasar unos días en una masía que tenían sus padres en la provincia de Gerona. No nos hicimos de rogar y tanto Lourdes como yo aceptamos encantados su invitación quedando conformes en pasar unos días juntos los cuatro.</div><div align="justify" dir="ltr"> ¿Y bien? ¿Alguno recuerda lo que hablamos en la cabaña durante el viaje a Cuenca? –preguntó Jaime cambiando de tema.</div><div><br />
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</div><div align="justify" dir="ltr">Sí cariño, pues claro que me acuerdo –dijo su mujer levantándose a coger algo de la nevera.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Y yo también me acuerdo –salté emocionado imaginando por donde podrían ir los tiros.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Yo también –confirmó mi esposa en último lugar. Fue sobre aquel programa donde se hablaba de intercambiar parejas...</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
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<div align="justify" dir="ltr">En su mirada pude ver un brillo especial el cual no me era para nada desconocido. Sabía lo que aquella mirada significaba. Estaba completamente seguro que Jaime no le era para nada indiferente a mi esposa y que, si ambos estábamos de acuerdo, durante aquel viaje podía ocurrir cualquier cosa.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
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<div align="justify" dir="ltr">¿Y cómo lo veis? –continuó mi amigo dirigiéndose directamente a nosotros dos. Tu mujer es escantadora y muy guapa y debo reconocer que me gustaría hacer el amor con ella.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">A mi también me gustaría probar. Si no hay engaño a la pareja no creo que haya nada malo en poder hacerlo –respondí ya completamente lanzado.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Muy bien dicho –dijo Nuria sin despegar su mirada de la mía.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Yo lo cierto es que no estoy segura del todo aunque supongo que me excita el hecho de imaginar a Vicente con otra mujer –dijo mi mujer con voz temblorosa.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">¿Entonces todos de acuerdo? –interrogó Jaime para que no decayeran los ánimos.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div></dir><br />
<div align="justify" dir="ltr">Todos asentimos a su sugerencia con un movimiento afirmativo de la cabeza. Mil pensamientos recorrieron mi cabeza al imaginar lo que podía ocurrir al vernos desnudos y haciendo el amor con Jaime y Nuria. Siempre habíamos sido fieles el uno con el otro y jamás habíamos pensado en acostarnos con otras personas.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
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<div align="justify" dir="ltr">Pues si no te importa Vicente y como ya la tengo dura me pido empezar ya –escuché decir a mi amigo mientras se acariciaba por encima del pantalón.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Yo también estoy bien mojada, así que me apetecería probar –escuché con gran placer decir a mi mujer. Pero me gustaría que lo hagamos todos juntos. ¿De acuerdo?</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Nuria, te voy a comer enterita –le dije a la mujer de Jaime viendo cómo le brillaban sus bonitos ojos de color ámbar al escuchar mis palabras.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
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<div align="justify" dir="ltr">Aún en la mesa y sin haber acabado el desayuno, todos nos lanzamos a un inicial ataque de locura aunque lo cierto es que esta primera vez resultó un tanto extraña. Ellas ni tan siquiera se llegaron a desnudar poniéndonos a follar directamente allí mismo, en la propia cocina sin ningún tipo de preparativo previo.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Jaime agarró a mi mujer apoyándola en el respaldo de la silla de espaldas a él y echándole el pelo a un lado comenzó a chuparle el cuello y la oreja diciéndole palabras bien subidas de tono mientras le subía la pequeña camiseta de tirantes que llevaba hasta dejar los pechos al aire. Se hizo con uno de los pechos el cual acarició al tiempo que la otra mano la tenía en el muslo de Lourdes masajeándoselo arriba y abajo hasta que acabó alcanzando la pequeña braguita negra de blonda haciéndola caer hasta las rodillas. Pude ver cómo mi amigo se bajaba el pantalón de deporte con cierto nerviosismo colocándose tras ella y empezándola a zumbar a buen ritmo. ¡Menudo morbo me dio ver a mi mujer siendo follada por otro hombre que no era yo!</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Me quedé unos segundos ensimismado observando aquella escena antes de que Nuria me cogiese haciéndome sentar en la silla para después ser ella quien tomara asiento encima de mí. Me ofreció su deseable lengua la cual acogí dentro de mi boca abriendo levemente los labios hasta que acabamos mezclando nuestras lenguas en un beso profundo y apasionado.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div>Dime, ¿te pone cachondo ver a tu mujer y a Jaime follando? –me preguntó con voz entrecortada mientras se subía hacia arriba el camisón corto que llevaba y se quitaba con urgencia el tanga blanco.<br />
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<div align="justify" dir="ltr">Vi con placer cómo Nuria descendía lentamente hasta llegar a mi velludo pecho empezando a lamer y juguetear con mis sensibles pezones los cuales se endurecieron al momento con las caricias que mi nueva compañera les daba. Fue bajando con extremo cariño y cuidado por el abdomen hasta pasar de largo obviando el objeto que estaba seguro que tanto deseaba. Colocándose arrodillada entre mis piernas se dedicó a chuparme y lamerme los muslos arriba y abajo acariciándolos al mismo tiempo con sus bien cuidadas uñas. Finalmente se apoderó de mi inflamado miembro cogiéndolo con fuerza entre sus dedos para masajearlo arriba y abajo con gran lentitud.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Tiró la piel del prepucio hacia atrás liberando de ese modo el redondo glande el cual aparecía brillante y desafiante mostrando los primeros líquidos pre-seminales. Nuria se hizo con mis bien cargados testículos chupándolos y lamiéndolos con fruición hasta que logró hacerme lanzar los primeros gemidos de placer gracias al placentero tratamiento que me daba. De todos modos aún quedaba mucho más por gozar pues aquello no había hecho más que empezar…..</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Mi hermosa compañera empezó a lamerme mi gruesa herramienta con una maestría que yo no podía ni tan siquiera sospechar. Abandonó mis colgantes para ascender por el duro tronco ensalivándolo por completo con su húmeda lengua hasta dejarlo bien reluciente. Yo, por mi parte, no paraba de retorcerme al sentir el roce de su lengua a lo largo y ancho de mi inflamado pene el cual recibía tan deliciosas caricias dando evidentes signos de placer.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">De pronto abrí los ojos girando levemente la cabeza y viendo cómo mi mujer era sodomizada salvajemente por Jaime. Debo reconocer que aquella imagen tan cercana en vez de molestarme me gustó enormemente. No sentí celos ni nada parecido sino más bien un enorme placer viendo la cara de inmensa felicidad que ponía mi mujer mientras gritaba al recibir las fuertes embestidas de mi amigo. Los gruñidos y chillidos de ambos fueron silenciados en el preciso momento en que Jaime quedó completamente quieto tras ella empezando a eyacular en el interior de aquel estrecho agujero que yo tan bien conocía.</div><div align="justify" dir="ltr"> </div><div align="justify" dir="ltr">Viendo aquella escena tan llena de erotismo que los cuatro montábamos, me puse a gozar como un perro. Entre los gemidos que daba mi mujer tratando de recuperarse del orgasmo alcanzado y los profundos suspiros que emitía Nuria con la fenomenal mamada que me estaba dando, no pude menos que cerrar los ojos dejándome llevar por el placer que sentía hasta que acabé avisándola de mi cercano orgasmo.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div>Nada más acabar de correrme, se levantó Nuria separándose de mí y girando la vista hacia mi mujer la vi sonreírme demostrándome que no existía el más mínimo sentimiento de culpa en ella y que realmente había disfrutado a tope con Jaime.<br />
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</div>¿Chicos, qué os ha parecido? No me digáis que no ha sido realmente fenomenal –dijo Nuria cogiendo un vaso del armario el cual llenó de zumo para acabar bebiéndoselo de un solo trago.<br />
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Para ser la primera vez la verdad es que ha estado muy bien –dijo Jaime demostrando con su mirada lo bien que lo había pasado.<br />
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Jaime, me has puesto como una moto –confirmó mi mujer con voz temblorosa.<br />
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<div align="justify" dir="ltr">Ambas mujeres recogieron sus ropas desperdigadas por el suelo y, dejándonos en la cocina fumando un cigarrillo, se metieron cada una en un baño para darse una buena ducha.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div>¿Y bien? ¿qué te ha parecido amigo? –pregunté a Jaime tratando de iniciar la conversación una vez nos quedamos los dos solos.<br />
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Uffff, ¿qué quieres que te diga? –respondió él al instante. Me ha encantado follar con tu mujer y ver cómo Nuria te la chupaba hasta hacerte correr encima de su cara. Para serte sincero me encantaría repetirlo siempre que no os sintáis violentos viéndoos con otro.<br />
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Jaime, nos conocemos desde pequeños y te diré que a mi también me ha gustado estar con Nuria. ¡Tienes una mujer que es una bomba follando! ¡Me encanta la doble penetración y ver a mi mujer con todos sus agujeros ocupados, es algo que me pone como una moto! Ambos pensamos que al conocernos desde hace tanto tiempo, podíamos disfrutar los cuatro como así ha sido.<br />
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</div><div align="justify" dir="ltr">Ha sido sensacional, vuelvo a repetirte –le dije confirmándole mis deseos por continuar por aquel camino de vicio y perversión que los cuatro habíamos iniciado unos minutos antes.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Entonces perfecto. Veamos a ver qué piensan las chicas –dijo Jaime zanjando de ese modo la charla.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
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<div align="justify" dir="ltr">Cinco minutos más tarde oímos los pasos de Nuria bajando la escalera apenas cubierta con un diminuto tanga y un top que tan solo le tapaba lo imprescindible.</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
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Ambas bajaron con la toalla al hombro y con una sonrisa de oreja a oreja...<br />
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Y después de lo que ha pasado, ¿qué decís? ¿volveríais a hacerlo?<br />
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</div>¿Quieres decir durante los días que nos quedan? –preguntó Lourdes. Yo sí, ¿y tú qué dices Nuria? –se dirigió directamente a ella sin mirar a su marido.<br />
La tentación es demasiado grande como para dejar pasar de largo semejante oferta.<br />
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Entonces todos de acuerdo –corté guiñándole un ojo a Nuria con evidente complicidad.<br />
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<div align="justify" dir="ltr">Desde entonces la vida nos ha resultado más increible y maravillosa que nunca...</div><div align="justify" dir="ltr"><br />
</div><div align="justify" dir="ltr">Diciembre 12, 2006</div>mauro kelinhttp://www.blogger.com/profile/09312738453557137297noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2799876307458731105.post-26403140433454640772011-01-07T10:28:00.000-08:002011-01-07T10:28:38.414-08:00¿TRES PAREJAS Y UN JUEGO<br />
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Te acuerdas de este lugar? – me preguntó Sofía, mi esposa.<br />
<div align="justify">- Sí, claro – respondí yo con una media sonrisa. ¡como para no acordarse! </div><div align="justify">Todo empezó un par de años atrás, más o menos. Un día, de vuelta a casa, me encontré a Sofía y Alejandra, una amiga de mi esposa, conectadas al ordenador armando gran alboroto entre risas. Cuando ambas se juntaban solía pasar eso, así que no hice mucho caso. Luego, por la noche, ya sin Alejandra, pregunté a Sofía a qué se debía tanto ruido.</div><div align="justify">- Bueno, he colgado un anuncio en internet buscando parejas dispuestas a practicar un juego que se me ha ocurrido. Se trata de una especie de "quedada" para follar pero sin saber quién con quién.</div><div align="justify">Quien haya leído mis otros tres relatos sabrá que Sofía es, sexualmente hablando, una persona cuanto menos… peculiar.</div><div align="justify">- ¿Cómo? – dije sorprendido.</div><div align="justify">- Pues eso, una idea que se me ha ocurrido. Ya te contaré.</div><div align="justify">- ¿Y las risas? – insistí.</div><div align="justify">- Es que lo colgamos en una web de contactos y al cabo de veinte minutos ya me había contestado más de quince personas… cada uno más <i>freak </i>que el anterior. Ven – me dijo agarrándome de la mano y llevándome al pc.</div><dir><dir><dir><i><div align="justify">"Se buscan parejas. Ella: de unos 171 cm, 60 kilos, talla 105 de pecho, piel clara y caderas anchas. Él: de unos 183 cm, 80 kilos, polla de 16 cm, complexión normal. Motivo: sesión de sexo con otras parejas parecidas. Indispensable buen rollo y estar abierto a cualquier sorpresa. Interesados escribir a (…)". </div></i></dir></dir></dir><div align="justify">¡Pero si esos somos nosotros! exclamé. Pues claro, contestó, Sofía, esa es la gracia, encontrar parejas que se nos asemejen al máximo. La verdad es que no entendí del todo y no hice mucho caso. A veces mi mujer tiene ideas algo estrambóticas y pensé que esta era una de ellas, así que esa noche decidí que lo mejor era olvidarlo y descansar, que bastante duro había sido el día.</div><div align="justify">Durante los tres siguientes meses Sofía siguió adelante con su plan. Siguió revisando mails, contestando los que consideraba adecuados, pidiendo fotos a los que creía que se ajustaban al perfil. De vez en cuando yo me sentaba a su lado y me entretenía revisando rostros o examinando mensajes más o menos ocurrentes. Mi esposa, toda profesional, clasificaba cada correo apto y desechaba los que consideraba inadecuados (tipos que pedían participar sin pareja, tipos que afirmaban tenerla mucho más larga y que por tanto las mujeres no se arrepentirían, etc). Durante ese tiempo me atrevería a decir que Sofía revisó más de mil mails y, aunque yo le insistí, nunca me explicó en qué consistiría exactamente el juego.</div><div align="justify">Pasado ese tiempo, y para los correos seleccionados (más de un centenar), Sofía procedió a realizar la prueba definitiva. Las parejas interesadas debían conectarse por webcam y desnudarse con el fin de que mi esposa pudiera determinar si efectivamente eran lo que buscaba. Del centenar, más o menos la mitad no hicieron la prueba (llegamos a la conclusión que se trataba de chicos que habían respondido sin consultar a su pareja y ahora no se atrevían a pedírselo). De la mitad que la hicieron, unos cuarenta no se ajustaban exactamente a lo que Sofía buscaba.</div><div align="justify">Normalmente Sofía los citaba a partir de las ocho de la tarde. Debo reconocer que durante el mes largo que duró esa fase cenamos poco. Sofía, muy seria, les explicaba vagamente la idea sin dar detalles específicos, simplemente les decía que se trataba de un juego en el que todos, chicos y chicas, follaríamos y que además era posible que no se supiera con quién se hacia. Por tanto – decía- es necesario tenerlo claro. Si aceptáis y sois elegidos, es más que probable que tu pareja acabe follando con otra persona. ¿Aceptáis?</div><div align="justify">Por supuesto que lo hacían. En general, los que habían llegado hasta ahí no tenían ningún problema. Entonces Sofía les pedía que se desnudaran. Les pedía que se acercaran a la webcam, que ellas enseñaran el pecho, el culo, y ellos la polla. Como muchos no la tenían tiesa para la ocasión, Sofía le pedía a la chica que se la pusiera dura, momento en el que yo aprovechaba para masturbarme (siempre que no estuviera Alejandra, la amiga, que también estuvo presente en alguna ocasión). Mientras, Sofía, como si estuviera trabajando, tomaba notas. Como si se tratara de una entrevista de trabajo respondía que en todo caso ya les avisaría, si ya los había descartado, y a los que veía con opciones les informaba que la sesión, por cuestiones logísticas, implicaba un desembolso económico de 200 euros por persona.</div><dir></dir><div align="justify">A principios de primavera Sofía me informó que ya había seleccionado las dos parejas afortunadas y que la sesión tan esperada se produciría el siguiente jueves. Me explicó que había reservado un pequeño hostal en un pueblecito a unos quince kilómetros de casa, me dijo que ella iría al mediodía para preparar lo necesario y que yo podía acudir, como el resto de participantes, hacia las ocho de la tarde.</div><div align="justify">A las ocho menos diez llegué al hostal. Estaba realmente excitado. Al entrar me recibió la que yo supuse la dueña, una mujer alta, más que mi mujer, rondando los cincuenta, morena. Vestía de negro con un elegante delantal rojo. Enseguida apareció mi mujer presentándome. Me contó que había reservado el hostal esa noche, que todo estaba preparado. </div><div align="justify">A las ocho en punto llegó la primera pareja. Efectivamente, ambos coincidían con nuestra altura y complexión. Sin embargo, la chica era castaña (mi mujer rubia) y el tipo tenía el pelo más largo que yo (cosa nada difícil dado que yo lo tengo muy corto). Parecían simpáticos, pero tremendamente pijos… vestían ropa cara y aunque ella tenía su morbo, a la que hablaba perdía, para mí, todo el encanto. A los pocos minutos llegó la segundo pareja. Otra vez mi mujer había acertado en cuanto a tallas. Estos dos eran morenos, nada que ver con los anteriores, de pijo no tenían nada… ella tenía un aspecto bastante llamativo, vestía con poco gusto pero extremado. Noté como nos examinaba, al pijo y a mí, de arriba abajo, descaradamente. Por otro lado – pensé – que complejo va a tener, si todos hemos venido a lo mismo!</div><div align="justify">Al cabo de pocos minutos, mi mujer, actuando de anfitriona nos presentó a la mujer que yo ya había conocido. Nos informó que era la dueña del hostal, que estábamos solos, que nadie nos molestaría y que el juego empezaría en pocos minutos. Nos pidió el dinero y cuando lo tenía nos preguntó si estábamos dispuestos realmente a pasar esa noche ahí. Nada de violencia, dijo, pero ya os informé que se trata de una sesión de sexo sin tabúes. Si alguien no está dispuesto a seguir las normas puede irse. Lo dicho, se trata de un juego donde todos lo pasaremos bien, pero como todo juego, habrá vencedores. ¿Todos de acuerdo? Nadie dijo lo contrario.</div><div align="justify">Entonces, sin mediar palabra, la dueña del hostal mostró una bolsa de cuero marrón a la chica pija que entendió que debía extraer algo de ella. Metió la mano y al sacarla de la bolsa tenía entre sus dedos un papel que enseguida la mujer del delantal rojo le pidió con un gesto. Entonces agarró a la pija de la mano y se la llevó escaleras arriba. Tres minutos más tarde volvía a estar con nosotros, esta vez mostró la bolsa al tipo moreno que repitió la operación y se lo llevó también para arriba. Yo fui el cuarto. La mujer me tomó de la mano y me llevó al piso superior donde había seis habitaciones. Entonces abrió el papel que yo había sacado de la bolsa y me lo mostró: el número 3. Acto seguido, ella abrió la puerta de la habitación número 3, claro, y me indicó que entrara. De esta forma, pensé, Sofía, ha conseguido que cada uno de nosotros estemos en una habitación sin saber cuál ocupa cada uno. Sin decir nada la mujer del delantal desapareció detrás de la puerta y oí como cerraba con llave por fuera. </div><div align="justify">La habitación, clásica, consistía en una cama sencilla y una puerta que daba al baño. En una pequeña mesa había una bandeja con algo de fruta y agua y una pequeña vela apagada. Una silla completaba el modesto mobiliario. En la cama había algo de ropa y una nota.</div><dir><dir><i><div align="justify">"Estimado participante. Para jugar debes ponerte esta ropa, sin nada debajo. Antes, sin embargo, debes proceder a depilarte el vello del sexo, si es que tienes. Para ello encontrarás una cuchilla y todo lo necesario en el baño. Aproximadamente a las 21h sonará el teléfono. En ese momento se te vendrá a buscar. Si no estás preparado habrás perdido… antes de empezar! Suerte" </div></i></dir></dir><div align="justify">Realmente Sofía es ocurrente, pensé, mientras empezaba a averiguar qué tipo de ropa debíamos usar para la ocasión. Se trataba de ropa todo negra, tipo látex. Era una sola pieza, con una cremallera delantera para poder colocarte la pieza. Mi sorpresa fue cuando al entrar comprobé que la misma pieza traía una capucha que cubría todo el rostro, excepto la boca y unos agujeros para poder ver y respirar. Manos y pies también quedaban cubiertos. Otro agujero permitía que el sexo quedara al aire, con lo cual, en realidad, lo único visible eran mi polla, mi boca y mis ojos. Entendí por fin esa selección tan minuciosa. Así vestidos, sería realmente complicado saber quién era quién.</div><div align="justify">Eran poco más de la 20h, así que me quité la ropa y me fui al baño. Me depilé tal como la nota exigía. A las 20:30h tome un par de piezas de fruta ojeando las revistas que había encima de la mesa y opté por vestirme y comprobar qué aspecto tenía vestido de esa manera y con una erección. Al reflejarme en el espejo del baño casi rompo en lágrimas de risa, la visión, pintoresca, era bastante ridícula. Además, la piel blanca de mi verga destacaba de una manera estridente sobre todo mi cuerpo negro. Entonces pensé que el juego que había ideado Sofía difícilmente resultaría…</div><div align="justify">A falta de 5 minutos para las 21h, picaron a la puerta mientras una nota se deslizaba por debajo de la misma:</div><dir><dir><i><div align="justify">"Estimado participante. Prepárate. En cinco minutos vendrán a buscarte. A partir de ahora olvídate de hablar y sigue las instrucciones que te sean dadas. Enciende la vela y cierra la luz de tu habitación. Siéntate en la silla mirando a la puerta. No olvides el número de tu habitación. Relájate y disfruta…" </div></i></dir></dir><div align="justify">Esos cinco minutos se convirtieron en centenares en mi mente. Al cerrar la luz, en la penumbra de una vela que iluminaba bastante poco, mi cerebro se desató a imaginar todo lo que podía venir a continuación. Me excité, noté como mi sexo se hinchaba sentado en la silla mirando a la puerta, inmóvil. Al cabo de lo que debían ser cinco minutos oí el sonido de la cerradura girando y apareció de nuevo la mujer del delantal rojo. Se quedó en la puerta unos segundos, observándome. Creí ver una sonrisa dibujada en su rostro pero la penumbra era tal que impedía determinar si realmente era así o era, simplemente, un invento de mi imaginación. Ella avanzó hasta donde yo estaba y al llegar cerca de mí, se arrodilló. Ahí estuvo unos breves instantes examinando que mi depilación estuviese según lo convenido hasta que, de pronto, atrapó con su boca mi verga. Eso fue un momento, justo para asegurarse que mi erección era completa y entonces, antes de levantarse, me colocó un condón. Al levantarse observé que el condón debía ser de un materia oscuro, pues el contraste cómico de mi piel con el traje negro que me ocultaba había desaparecido.</div><div align="justify">De la mano me condujo nuevamente a la parte inferior del hostal, a lo que, intuí, debía ser el comedor. Sonaba música bastante fuerte. Estaba a oscuras, excepto unas velas que formaban un círculo que delimitaba una tarima de unos treinta centímetros de altura. Fuera del círculo tres sillas a cada lado de la tarima. La mujer me condujo hasta una silla e indicó que me sentara. En mi fila ya había una persona. Por el bulto prominente que exhibía entre las piernas entendí que era un chico. Al otro lado de la tarima creí percibir tres figuras, luego imaginé que todas las chicas estaban colocadas. Intenté adivinar cuál era mi mujer, pero apenas se podía distinguir con claridad si realmente eran tres las personas sentadas. Al cabo de un minuto un tercer tipo exhibiendo una erección completa se sentaba en fila. Supuse que todo estaba a punto. </div><div align="justify">La mujer del delantal subió a la tarima y nos mostró dos nuevas bolsas. Una roja y la otra negra. Se llevó la roja hasta nuestra fila e hizo que el tipo de al lado extrajera otro papel. Subió a la tarima y mostró el número dos. Entonces, una de las figuras de la otra fila se levantó y se colocó encima de la tarima. En ese momento pude contemplar como Sofía había logrado por completo su propósito. esa mujer estaba apenas dos metros de mí y era incapaz de adivinar, ya no de si era la pija o la morena, si no de si era mi esposa. Vestía con ropa similar a la nuestra, negra, con el rostro tapado e igual que nosotros solamente con los ojos al descubierto, la boca y la nariz. En su caso dos agujeros permitían aflorar unos pechos sugerentes. Se notaban erguidos, sin duda por el aro que los mantenía desde la base. Para guardar completamente el misterio, los pezones estaban escondidos bajo algo aparentemente metálico. Pensé en que lo único que podía ofrecerme una idea de si esos eran los pechos de mi mujer sería examinar su color, sin embargo, la luz que emanaba de las velas que rodeaban la tarima impedían completamente tal idea. Entonces la mujer del delantal le mostró la bolsa negra a la chica que extrajo un nuevo papel. Al desplegarlo apareció el número tres, mi número, y entendí que, por una vez, me había tocado la lotería.</div><div align="justify">Subí a la tarima y me coloqué junto a la número dos. La mujer del delantal le pasó una nota que leyó y me entregó.</div><dir><dir><i><div align="justify">"Sois afortunados. A follar! Haced que se mueran de envidia. Al acabar, hay una sorpresa!"</div></i></dir></dir><div align="justify">Increíble, pensé, ¿cómo se le podía haber ocurrido todo eso a mi mujer? Ni un segundo tuve para reflexionar que ya noté la mano de la chica acariciando mi polla. Dejé que lo hiciera, por un momento pensé en la situación: iba a follar con alguien que no sabía quien era y lo haría ante otras cuatro personas (cinco si la mujer del delantal se quedaba a degustar la escena), una de las cuales podía ser su pareja. O, quien sabe, igual esa era mi mujer! Pensé que si así era, lo reconocería. Pero ahí acabó mi pensamiento. De pronto noté mi verga succionada por la boca de la chica. Si bien el condón no me permitía gozar completamente de la sensación, la excitación de la situación compensaba de sobras. Estaba terriblemente excitado. Dejé que la chica siguiera con la felación un minuto aproximadamente hasta levantarla. puse mi pecho en su espalda y la giré para que los chicos pudieran ver como magreaba sus tetas. Pensé que lo más probable es que su pareja estuviera viendo, en sus narices, como la sobaba. A la chica le gustó la idea y cuando notó mis manos amasando sus senos empezó a mover sus caderas, restregando su culo en mi sexo. La música impedía saber si gemía, pero yo lo imaginé, imaginé sus gemidos hambrientos de sexo y eso me puso aún más cachondo. Sus tetas eran suaves y, claro, por el tamaño no podía divinar si eran los de mi mujer, de hecho coincidían. De pronto me vino a la cabeza la chica morena, algo choni, e imaginé que debía ser ella. La giré de golpe e intenté fijarme en sus labios, pero la luz era insuficiente. Ella agarró una de mis manos y mientras abría las piernas me la colocaba en su pubis. El vestido estaba agujereado también ahí así que mi mano quedó posada directamente sobre su vagina depilada. Como no, todos depilados para descartar pistas… Su acción descarada hizo que reafirmara que me iba a tirar a la morena, pero de pronto me imaginé a la pija. No podía ser ninguna mosquita muerta si estaba en esa sesión, así que la imaginé excitada, perdiendo los estribos y, debo confesarlo, me puse más cachondo. Otra vez la mano de la chica estaba masturbándome mientras dos de mis dedos se hundían en su coño húmedo. Exploré su clítoris mientras ella arqueaba más las piernas para dejar libertad a mis dedos.</div><div align="justify">La excitación era terrible. ¿Qué estarían haciendo nuestros compañeros de juego? Los imaginé tocándose mientras nos contemplaban. Afortunadamente, pensé, en la nota no se nos había limitado el tiempo, así que decidí gozar de esa experiencia muy probablemente irrepetible. Si algo me caracteriza sexualmente es mi capacidad de aguante, así que, aunque la escena era como para correrse a los dos minutos, yo seguía bastante entero. Ella, sin embargo, parecía mucho más deseosa: agarró mi sexo y empezó a restregárselo por su vulva mientras me penetraba amenazante con sus ojos de color… quien sabe! Sólo era capaz de captar esa mirada que me exigía que me la follara. La forcé a girarse de nuevo de tal manera que pude, en un rápido movimiento, tener su culo ante mis ojos, separarle las piernas y acercar mi polla a su vagina, por detrás. Me encanta follar de pie, por detrás, eso permite que mis manos y mis brazo estén libres a sus anchas. </div><div align="justify">No tuve que hacer ningún esfuerzo para que mi verga se introdujera en su coño. Estaba empapado y mi pene patinaba dentro suyo sin ningún obstáculo. Empecé a embestirla cada vez más rápido, más fuerte. Ella respondía a mis estocadas echándose atrás provocando que cuando mi vientre y su culo se encontraban provocasen una fuerte colisión. Sin duda se trataba de una hembra muy caliente. Y, en ese momento caí, no era mi mujer. Sentía la polla más presionada que cuando estoy dentro de mi esposa, así que confirmado eso y confirmado que mi mujer estaba observando como me follaba a otra, una ola de calor invadió todo mi cuerpo. Noté el semen correr por mis testículos y empecé a gritar de placer. La música ahogaba mis gemidos pero no mis ganas de seguir empujando cuando noté como la chica número dos se convulsionaba y su sexo apretaba intermitentemente al mío. Estaba teniendo un orgasmo en toda regla. Una de sus manos logró atrapar uno de mis brazos y me arañaba con fuerza mientras yo seguía moviéndome dentro suyo. Cuando sus dedos dejaron de apretarme disminuí el furor de las estocadas, hasta parar.</div><div align="justify">Ella se dejó caer al suelo, unos segundos. Se incorporó de nuevo, me miró un instante y se colocó a cuatro patas. Vi como chupaba uno de sus dedos y mientras con una mano separa una de sus nalgas, el dedo húmedo masajeaba la entrada de su ano en una clara indicación de que quería ser follada también por ahí. Yo me eché encima y con mi lengua regué abundantemente el orificio. Ella inició de nuevo el baile con las caderas y entendí que ya estaba preparada. Me acerqué, mi glande presionó el agujerito de su culo y éste se fue abriendo, lentamente. Empecé a moverme sutilmente y al notar que mi glande ya estaba completamente dentro de su recto, empujé con más fuerza. La estocada colocó medio sexo mío en sus entrañas y ahí empecé a moverme de nuevo sin tantas contemplaciones. Notaba como cada vez que la embestía su cuerpo entero temblaba. Y a los poco instantes en que noté como mis testículos ya presionaban su anatomía me corrí de una manera brutal, noté fluir mi semen por todo mi sexo hasta estallar de forma abundante. Caí al suelo, cansado, y ella se tumbó a mi lado, sin mirarnos, pendientes solamente de recuperar nuestra respiración.</div><div align="justify">Al cabo de unos minutos la mujer del delantal subió de nuevo a la tarima. Ayudó a incorporarse a la número dos y la condujo hasta su silla. A mí, simplemente, me dio un papel.</div><dir><dir><i><div align="justify">"Espero que lo hayas disfrutado. Ahora, antes de que todos os retiréis de nuevo a vuestra habitación, tienes que hacer algo. Sería injusto que para la próxima prueba no empezarais en igualdad de condiciones. Tú ya has tenido tu goce, ahora les toca a ellos"</div></i><div align="justify">Y al levantar los ojos me encontré con dos vergas erguidas colocadas cada una a un lado. Entendí que se trataba de que se corrieran. así que agarré ambas pollas y empecé a acariciarlas. No tardé mucho en notar como ambos miembros escupían su leche y sus dueños quedaban algo más relajados.</div><div align="justify">Una vez así, la mujer del delantal fue acompañando, uno a uno, cada participante a su habitación a la espera de la segunda prueba...</div></dir></dir>mauro kelinhttp://www.blogger.com/profile/09312738453557137297noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2799876307458731105.post-17920009046796538682011-01-07T10:09:00.000-08:002011-01-07T10:09:28.844-08:00matrimonios y algo mas...<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">HISTORIAS REALES DE PAREJA</span></b><span style="font-size: 14pt;"> (sólo los nombres y algunas circunstancias fueron modificados). Mauro Kulin no emite opinión sobre el contenido de los relatos. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Si querés contar alguna historia de pareja interesante que te haya tocado vivir envianos tu relato a <a href="mailto:maurokulin@gmail.com">maurokulin@gmail.com</a>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Sólo pedimos historias de vida reales, escritas con respeto por quien las lee, sin exabruptos ni agresiones.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">TITULO:</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">"PAREJA, MARIHUANA Y AMISTAD" por David Lincheri</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">MARIHUANA</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Durante muchos años la marihuana fue para mi mujer y yo sinónimo de droga, perversión, delito, oscuridad, enfermedad, cocaína, crash, marginalidad. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Una basura que hace de la vida de cualquiera un verdadero infierno. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Un día la probamos juntos. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Desde entonces la cultivamos y consumimos regularmente. Nos resulta sano, genial y divertido. Nos ayudó también a mejorar nuestra sexualidad. Empezamos a disfrutar de fantasías eróticas impensadas hasta entonces.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt;">AMISTAD</span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Lola y Pedro son desde siempre nuestros mejores amigos, casi familia.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Sus hijos juegan con los nuestros, compartimos viajes y maratónicas charlas de café en nuestras casas. Les contamos casi todo lo que nos pasa. Y ellos lo mismo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Sin embargo nunca les contamos lo de la marihuana. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Teníamos miedo que cambien su concepto sobre nosotros y se alejen. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Pese a que teníamos muchas fantasías sexuales ninguna era con ellos. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Al contrario. Hubiese sido como tener una fantasía con un familiar. Simplemente no daba. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Un día fuimos a la inauguración de un boliche swinger. Y estaban ellos. Habían ido a curiosear. Nosotros también. Bailamos, tomamos algo, miramos, nos reímos de lo que veíamos y nos fuimos. Eso fue todo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Un par de semanas después, Pedro nos invitó a su casa y nos encontramos con que habían preparado el ambiente de un modo muy sexy. Luces bajas, música suave, y un video de la vieja película "Bob Ted Carol & Alice" (2 parejas amigas que terminan durmiendo juntas). Terminada la película, hablamos de otra cosa y al rato nos fuimos. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Esa noche, ya en casa, saqué por primera vez con mi mujer el tema sexo con ellos...</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Como sería? Te imaginas?, le pregunté. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Su respuesta fue rotunda: No, No y No. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Pondríamos en riesgo nuestra amistad, y hasta nuestra propia pareja. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Además no la calentaba la situación, ni mi amigo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Tampoco soportaría verme con su amiga. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Mejor seguir así, fantaseando sólo con desconocidos.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Yo estuve de acuerdo al principio, pero después pensé: </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">No seremos víctimas de los prejuicios culturales, los mismos que nos llevaron a decir por años el mismo No, No y No a la marihuana? </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Le propuse lo siguiente: </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Pactemos tener UN JUEGO EROTICO SUAVE los cuatro. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Crear el ambiente adecuado, tomar una copa, buena música y tal vez algunos besos y caricias pero SIN SEXO. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">La respuesta de mi mujer esta vez fue: No. Ya no eran tres Nos rotundos. Solo había que derribar la barrera de un No más bien tímido. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Los invitamos a nuestra casa. Estábamos solos y el ambiente era cálido. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Comimos chocolate, tomamos champagne, miramos una revista playboy que dejé a la vista como "por casualidad" y después bailamos con música romántica. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Poco a poco nos fuimos acercando y de pronto me encontré besando apasionadamente a Lola mientras Pedro besaba del mismo modo a mi mujer. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">La excitación fue creciendo. En un momento atiné a decir, más que nada por respeto a lo acordado con mi mujer: "les propongo un pacto: hagamos de todo, (besos, caricias, masajes, lo que se nos ocurra), pero SIN SEXO". </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Todos estuvieron de acuerdo. Y fue maravilloso. Terminamos dos horas después abrazados, riendo, con poca ropa, felices y muy calientes. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">La noche sexual que pasé con mi mujer apenas se fueron fue de las mejores de mi vida. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Acordamos reunirnos para "jugar" el mismo juego erótico todos los jueves. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Nunca ni ellos ni nosotros faltamos a la cita. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Pocos jueves después llegó EL GRAN DÍA en que decidimos, de común acuerdo, levantar la prohibición que nos auto impusimos y a partir de entonces el juego erótico fue CON SEXO.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Fue el mismo día que les contamos que fumábamos marihuana. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Fue el mismo día que nos contaron que ellos también. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Hoy, cinco años después, seguimos amigos, felices y curiosamente más exitosos en nuestras actividades que nunca (será casualidad?).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Los viajes sólos los cuatro son lo más "cool" que nadie podría pretender para su vida.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Conclusión: </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 14pt;">Lo que parece que está mal a veces resulta que está muy bien. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br style="mso-special-character: line-break;" /></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div>mauro kelinhttp://www.blogger.com/profile/09312738453557137297noreply@blogger.com0