viernes, 7 de enero de 2011

matrimonios y algo mas...

HISTORIAS REALES DE PAREJA (sólo los nombres y algunas circunstancias fueron modificados). Mauro Kulin no emite opinión sobre el contenido de los relatos.
Si querés contar alguna historia de pareja interesante que te haya tocado vivir envianos tu relato a maurokulin@gmail.com.
Sólo pedimos historias de vida reales, escritas con respeto por quien las lee, sin exabruptos ni agresiones.

TITULO:
"PAREJA, MARIHUANA Y AMISTAD" por David Lincheri

MARIHUANA

Durante muchos años la marihuana fue para mi mujer y yo sinónimo de droga, perversión, delito, oscuridad, enfermedad, cocaína, crash, marginalidad.
Una basura que hace de la vida de cualquiera un verdadero infierno.

Un día la probamos juntos.

Desde entonces la cultivamos y consumimos regularmente. Nos resulta sano, genial y divertido. Nos ayudó también a mejorar nuestra sexualidad. Empezamos a disfrutar de fantasías eróticas impensadas hasta entonces.


AMISTAD

Lola y Pedro son desde siempre nuestros mejores amigos, casi familia.
Sus hijos juegan con los nuestros, compartimos viajes y maratónicas charlas de café en nuestras casas. Les contamos casi todo lo que nos pasa. Y ellos lo mismo.

Sin embargo nunca les contamos lo de la marihuana.

Teníamos miedo que cambien su concepto sobre nosotros y se alejen. 
Pese a que teníamos muchas fantasías sexuales ninguna era con ellos. 
Al contrario. Hubiese sido como tener una fantasía con un familiar. Simplemente no daba.

Un día fuimos a la inauguración de un boliche swinger. Y estaban ellos. Habían ido a curiosear. Nosotros también. Bailamos, tomamos algo, miramos, nos reímos de lo que veíamos y nos fuimos. Eso fue todo.

Un par de semanas después, Pedro nos invitó a su casa y nos encontramos con que habían preparado el ambiente de un modo muy sexy. Luces bajas, música suave, y un video de la vieja película "Bob Ted Carol & Alice" (2 parejas amigas que terminan durmiendo juntas). Terminada la película, hablamos de otra cosa y al rato nos fuimos. 

Esa noche, ya en casa, saqué por primera vez con mi mujer el tema sexo con ellos...

Como sería? Te imaginas?, le pregunté.

Su respuesta fue rotunda: No, No y No.

Pondríamos en riesgo nuestra amistad, y hasta nuestra propia pareja.
Además no la calentaba la situación, ni mi amigo.
Tampoco soportaría verme con su amiga.
Mejor seguir así, fantaseando sólo con desconocidos.

Yo estuve de acuerdo al principio, pero después pensé:

No seremos víctimas de los prejuicios culturales, los mismos que nos llevaron a decir por años el mismo No, No y No a la marihuana?

Le propuse lo siguiente:

Pactemos tener UN JUEGO EROTICO SUAVE los cuatro.
Crear el ambiente adecuado, tomar una copa, buena música y tal vez algunos besos y caricias pero SIN SEXO.

La respuesta de mi mujer esta vez fue: No. Ya no eran tres Nos rotundos. Solo había que derribar la barrera de un No más bien tímido.

Los invitamos a nuestra casa. Estábamos solos y el ambiente era cálido.

Comimos chocolate, tomamos champagne, miramos una revista playboy que dejé a la vista como  "por casualidad" y después bailamos con música romántica.

Poco a poco nos fuimos acercando y de pronto me encontré besando apasionadamente a Lola mientras Pedro besaba del mismo modo a mi mujer.

La excitación fue creciendo. En un momento atiné a decir, más que nada por respeto a lo acordado con mi mujer: "les propongo un pacto: hagamos de todo, (besos, caricias, masajes, lo que se nos ocurra), pero SIN SEXO".

Todos estuvieron de acuerdo. Y fue maravilloso. Terminamos dos horas después abrazados, riendo, con poca ropa, felices y muy calientes.

La noche sexual que pasé con mi mujer apenas se fueron fue de las mejores de mi vida.

Acordamos reunirnos para "jugar" el mismo juego erótico todos los jueves.
Nunca ni ellos ni nosotros faltamos a la cita. 

Pocos jueves después llegó EL GRAN DÍA en que decidimos, de común acuerdo, levantar la prohibición que nos auto impusimos y a partir de entonces el juego erótico fue CON SEXO.

Fue el mismo día que les contamos que fumábamos marihuana.
Fue el mismo día que nos contaron que ellos también.

Hoy, cinco años después, seguimos amigos, felices y curiosamente más exitosos en nuestras actividades que nunca (será casualidad?).

Los viajes sólos los cuatro son lo más "cool" que nadie podría pretender para su vida.

Conclusión:

Lo que parece que está mal a veces resulta que está muy bien.


No hay comentarios:

Publicar un comentario